martes, 9 de diciembre de 2014

Cuando algo funciona, a destrozarlo

Guerra entre psiquiatras
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El desmantelamiento de una unidad referente En alcoholismo Enfrenta a médicos del hospital 12 dé octubre


Menos pacientes, esperas más largas, trabas para acceder a terapias especializadas… Durante veinte años, el psiquiatra Guillermo Ponce llevó la Unidad de Conductas Adictivas del Hospital 12 de Octubre de Madrid, referente en alcoholismo en toda España. El doctor, que sigue en el centro, denuncia ahora el desmantelamiento de la unidad. Asegura que, detrás, está el interés de IDCSalud –antes Capio– de quedarse con la atención de los enfermos mentales en la Comunidad.

Entre ninguno y dos. Son los pacientes que pasan a diario por la consulta de Guillermo Ponce, adjunto de Psiquiatría del Hospital 12 de Octubre, uno de los grandes centros sanitarios públicos de Madrid, que atiende a una población que ronda el medio millón de habitantes. Ponce asegura que, desde el pasado enero y tras veinte años asistiendo a pacientes con alcoholismo llegados de toda la Comunidad, su agenda se ha bloqueado: no se le permite ver a en
fermos nuevos, ni recibir derivaciones desde Atención Primaria o centros de Salud Mental y tampoco puede gestionar ingresos para desintoxicación. Tras sus quejas, una denuncia: el desmantelamiento de la prestigiosa Unidad de Conductas Adictivas y Patología Dual, una de las joyas de un servicio de Psiquiatría en el que se ha tratado a cerca de 30.000 pacientes, según datos oficiales de 2012, los últimos disponibles. Una unidad de referencia a nivel docente, investigador y asistencial que en los últimos meses vive horas bajas. “La creó en 1994 Miguel Ángel Jiménez Arriero [jefe del servicio de Psiquiatría] –cuenta Ponce– y ha estado funcionando durante veinte años con un rendimiento óptimo. Era la única de sus características, con capacidad para realizar un abordaje integral de todas las fases del tratamiento de pacientes con problemas de alcohol o juego que existía en la red pública madrileña. Veíamos alcohol, juego o casos esporádicos de adicción al sexo o a las compras. Hemos tenido libertad para ver a pacientes llegados de cualquier punto de Madrid. Funcionaba muy bien”. Por la unidad han pasado más de seis mil pacientes –una media de 300 nuevos al año– con alcoholismo y, desde 2001, en torno a 400 con problemas de adicción al juego. En pasado, matiza Ponce, porque “hace casi un año, sin justificación alguna y sin darnos explicación, desap areció tal y como siempre ha estado concebida”. Afirmaciones que secundan profesionales que han estado todos estos años trabajando codo con codo con el psiquiatra, como la enfermera Carmen Martínez Aguirre, jubilada el pasado junio. “Siempre se ha volcado con sus pacientes –asegura esta enfermera–. Éramos un equipo muy unido donde no había horarios. A un alcohólico no le puedes decir que vuelva más tarde. Ponce siempre ha estado para ellos. Cada día veía a una veintena de pacientes, más los grupos de terapia. Hasta que lo mandaron abajo y, sin que nadie lo entienda, desmantelaron el trabajo que teníamos organizado”.

LARGAS ESPERAS El doctor Ponce habla de reducción drástica en la admisión de pacientes –solo se incluirían los que tienen patología hepática o psiquiátrica importante, y por un tiempo limitado-; que no se aceptan pacientes de otras áreas sanitarias de la Comunidad de Madrid; tampoco a los ludópatas, y que los tiempos de espera para acceder a los tratamientos son mayores. El Hospital 12 de Octubre lo niega: “El centro sigue implicado en el proceso de atención integrada a pacientes con problemas con el alcohol y sus comorbilidades que pusimos en marcha de forma pionera hace tiempo. Sigue atendiendo a pacientes con problemas relacionados con alcohol y ludopatía en un programa específico”. Ponce se reafirma: ahora no solo se ve a menos pacientes, sino que la espera para ser atendidos es mucho más larga. Pone un ejemplo: si un paciente alcohólico se presentaba motu proprio, acompañado por una asociación, se le atendía al momento. Si pedía cita en el hospital o había ingresado por un problema de alcoholismo, esperaba como mucho dos días a ser atendido; y si era derivado de otras consultas –como Atención Primaria o los centros de Salud Mental–, la espera era de entre una o dos semanas. “Siempre con flexibilidad. Las cifras estadísticas a nivel asistencial eran buenísimas –recalca–. En alcoholismo es muy importante la captación inmediata del paciente, y hasta diciembre de 2013 el acceso de las personas con esta adicción era inmediato desde Urgencias, Atención Primaria o centros de Salud Mental y desde cualquier servicio de internamiento del hospital”. 
Ahora, apunta el doctor, el tiempo de espera puede ser de hasta tres meses desde que el paciente se presenta en el hospital –ya sea vía Urgencias o para pedir cita– hasta que se le deriva a una consulta especializada. Un lapso, dice, que no debería perderse en el caso de un alcohólico. La versión del 12 de Octubre es contraria. La atención a las personas con alcoholismo, aseguran, es “preferente y sin lista de espera para cualquier paciente que sea derivado por el médico de Atención Primaria”. Según el psiquiatra, el declive del trato a los pacientes con alcoholismo y ludopatía en el centro comenzó a inicios de 2014. Entonces, cuenta, Jiménez Arriero decidió reestructurar esa Unidad de Conductas Adictivas que tan bien marchaba. Tanto que, siempre según Ponce, decidió que los pacientes con adicción al juego ya no tenían cabida, salvo que su ludopatía estuviera asociada a alcoholismo. El programa de alcohol queda entonces bajo la coordinación de Gabriel Rubio –uno de los psiquiatras más prestigiosos en España cuando se habla de alcoholismo (ver recuadro)–, y a él lo relegan a un hospital de día donde apenas ve pacientes. Con las consiguientes quejas de los enfermos, apunta la que fue su enfermera, “que llegan a decir que si no les ve el doctor Ponce, están dispuestos a volver a beber”. Fuentes del hospital desmienten  la existencia de problemas: “El programa para pacientes alcohólicos existe, está mejorado, tiene un coordinador y cuenta con actividades como una oferta específica de grupos terapéuticos para mujeres maltratadas, pacientes en lista de espera de trasplante hepático, familias, etcétera. Paralelamente, mantenemos grupos de psicoeducación, acogida, prevención de recaídas... y en los tres últimos años hemos reforzado la colaboración entre los grupos de autoayuda”.

CANJE DE PACIENTES 
El médico afirma que los problemas de ese servicio no tienen nada que ver con recortes sanitarios. Apunta en otra dirección. Indica que en junio de 2014 fue informado casualmente de la intención de crear una unidad de idénticas características a la que él dirigió. Esa unidad se abriría de forma inminente en la Fundación Jiménez Díaz, otro gran centro público, pero de gestión privada a cargo de IDCSalud, antes Capio. “Copiaría el funcionamiento de la que existía en el 12 de Octubre y, una vez desaparecida la de nuestro hospital –asegura Ponce–, tendría prácticamente la exclusiva para el tratamiento de todos los enfermos con estas patologías de Madrid. Estaría formada por tres psiquiatras, dos de ellos antiguos residentes nuestros”.
 El especialista sostiene estas afirmaciones argumentando la estrecha relación profesional entre el jefe de Psiquiatría del 12 de Octubre, Miguel Ángel Jiménez Arriero, y el responsable del mismo servicio en la Jiménez Díaz, el doctor Enrique Baca-García. “Miguel Ángel ha puesto en marcha en el servicio de Psiquiatría de nuestro hospital un estudio de investigación dirigido por Baca-García, presionando a los profesionales del servicio para que colaboren. Un estudio con importantes deficiencias metodológicas, éticas y legales, y que pretende recoger, mediante un cuestionario que se rellena vía web sin garantías adecuadas de anonimato, datos clínicos básicos de toda la población atendida en nuestro hospital. Esto aportaría a los responsables de la Jiménez Díaz un auténtico censo de todos los enfermos mentales de nuestra área”. En IDCSalud niegan vinculación alguna entre ambas unidades: “Ni comparten pacientes, ni información, ni datos. Cualquier unidad que nosotros podamos abrir relacionada con adicciones no tendría nada que ver con el 12 de Octubre”. Sin embargo, no contestan si, tal y como apunta Ponce, en la Jiménez Díaz se ha puesto en funcionamiento en las últimas semanas un servicio específico de adicciones. “No sabemos”, responden cuando les pregunta esta revista.  ■

La sustancia más consumida
■ Dos millones de bebedores de riesgo y casi cien mil alcohólicos. eran las grandes cifras sobre alcoholismo que se daban en un reportaje de interviú, de marzo de 2012, en el que se exponía que el alcohol era la sustancia psicoactiva más consumida en españa. en aquel reportaje se relataba la experiencia desarrollada por el doctor Gabriel rubio, compañero de ponce en el Hospital 12 de octubre. el psiquiatra puso en marcha una iniciativa pionera, de gran eficacia, en la que, por primera vez, una asociación de ex-alcohólicos participaba de forma activa en un programa de tratamiento.  
La sustancia más consumida
■ El doctor ponce asegura que la fundación Jiménez díaz quiere llevarse a los pacientes del 12 de octubre.

Interviu-24/11/2014                                                    ver el articulo original  

1 comentario:

  1. Es triste observar la incompetencia humana de algunos que se dicen profesionales cualificados y lo que son es "mala gente".Durante muchos años la psiquiatría en España, con todo su poder, ha sido soporte del "establishment" y todavía ahora lo sigue siendo, no parece posible que esa famosa psiquiatría del Hospital Doce de Octubre se sostenga en ese "primer nivel" apoyándose en palabrería hueca e investigación de "ultimo nivel". En fin ya veremos, si el astro Sol, nos deja ver.

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